Los cien años de Macondo sueñan,
sueñan en el aire,
Y los años de Gabriel, trompetas,
trompetas lo anuncian.
Y encadenado a Macondo sueña
Don José Arcadio.
Y ante él la vida pasa haciendo
remolinos de recuerdos.
La tristeza de Aureliano (el cuatro)
la belleza de Remedios (violines)
las pasiones de Amaranta (guitarras)
el embrujo de Melquiades (oboes)
Ursula cien años, Soledad Macondo (Bis)
Eres epopeya del pueblo olvidado
forjado en cien años de amores e historia (Bis)
Te imagino y vuelve a vivir
en mi memoria quemada al sol.
Mariposas amarillas, Mauricio Babilonia
Mariposas amarillas que vuelan liberadas (Bis).
Darío Garzón
Qué importa que pregunten
con afligido acento:
\'bfMi madre dónde está?
\'bfMi madre dónde está?
Qué importa que mis lágrimas
respondan al momento:
Mi madre ha muerto ya,
mi madre ha muerto ya.
Para adorarla siempre
del pecho en lo profundo
su imagen llevo yo.
Las madres, madre mía
se mueren para el mundo
para sus hijos no.
Las madres, madre mía
se mueren para el mundo
para sus hijos no, no, no.
F. Canaro
Vieja pared del arrabal
tu sombra fue mi compañera
de mi niñez sin esplendor
la amiga fue tu madreselva
cuando temblando mi amor primero
con su esperanza besaba mi alma
yo junto a vos pura y feliz
cantaba así mi primera confesión
Madreselvas en flor que me vieron nacer
y en la vieja pared sorprendieron mi amor
tu humilde caricia es como el cariño
primero y querido que siento por él.
Madreselvas en flor que trepándose van
es tu abrazo tenaz y dulzón como aquel.
Si todos los años tus flores renacen
hacen que no muera mi primer amor.
Pasaron los años y mis desengaños
yo vengo a contarte mi vieja pared
Así aprendí que hay que fingir
para vivir decentemente
que amor y fe, mentiras son
y del dolor se ríe la gente.
Hoy que la vida me ha castigado
y me ha enseñado su credo amargo
vieja pared, con emoción
hoy vuelvo a vos y te digo como ayer.
Madreselvas en flor que me vieron nacer
y en la vieja pared sorprendieron mi amor
tu humilde caricia es como el cariño
primero y querido que nunca olvidé.
Madreselvas en flor que trapándose van
en tu abrazo tenaz y dulzón como aquel,
si todos los años tus flores renacen
\'bfpor qué ya no vuelve mi primer amor?
Pasaron los años y mis desengaños
yo vengo a contarte mi vieja pared...
Don Felo
Estando contigo me olvido de todo y de mí.
Parece que todo lo tengo teniéndote a ti.
Y no siento este mal que me agobia
y que llevo conmigo,
anhelando esta vida
que tengo y no puedo vivir.
Eres luz e iluminas las noches
de mi largo camino,
y es por eso que frente al destino
yo quiero vivir.
Una rosa a tu pelo parece
una estrella en el cielo.
Y en el viento parece
un acento tu voz musical.
Y parece un destello de luz
la medalla en tu cuello,
y al menor movimiento
de tu cuerpo al andar.
Yo a tu lado no siento las horas
que hoy con el tiempo ni me acuerdo
que llevo en mi pecho una herida mortal.
Yo contigo no siento el sonar
de la lluvia ni el viento,
porque llevo tu amor en mi pecho
como un madrigal.
Ramírez y Galindo
Qué bonitos ojos tienes
debajo de esas dos cejas (bis)
qué bonitos ojos tienes.
Ellos me quieren mirar
pero si tu no los dejas (bis)
ni siquiera parpadear.
Malagueña salerosa
besar tus labios quisiera (bis)
Malagueña salerosa
y decirte niña hermosa
eres linda y hechicera (bis)
como el candor de una rosa. (bis)
Mañana me iré, amor mío,
qué triste estaré, te digo.
Mañana me iré, amor mío,
pero esta noche,
pero esta noche la paso contigo.
Te voy a dar, todo mi amor
te voy a dar mi corazón.
Te besaré sin compasión,
tú me darás sólo pasión.
Te amo y me iré, amor mío
pero esta noche,
pero esta noche, la paso contigo.
José Razzano.
Rechiflado en mi tristeza
hoy te evoco y veo que has sido
en mi pobre vida paria
solo una buena mujer,
tu presencia de bacana
puso calor en mi nido,
fuiste buena, consecuente,
y yo sé que me has querido
como no quisiste a nadie,
como no podrás querer.
Se dio el juego de remanye,
cuando vos, pobre percanta,
gambeteabas la pobreza
en la casa de pensión,
hoy sos toda una bacana,
la vida te ríe y canta,
los morlacos del otario
los jugás a la marchanta
como juega el gato maula
con el mísero ratón.
Hoy tenés el mate lleno
de infelices ilusiones,
te engrupieron los otarios,
las amigas, el gavión;
la milonga entre magnates
con sus locas tentaciones
donde triunfan y claudican
milongueras pretensiones
se te ha entrado muy adentro
en el pobre corazón.
Nada debo agradecerte,
mano a mano hemos quedado,
no me importa lo que has hecho,
lo que haces, ni lo que harás
los favores recibidos
creo habértelos pagado
y si alguna deuda chica
sin querer se me ha olvidado,
en la cuenta del otario
si querés se la cargas.
Mientras tanto que tus triunfos
pobres triunfos pasajeros
sean una larga fila de riquezas y placer.
Que el bacán que te acamala tenga
pesos duraderos y te abrace en las
paradas con caprichos milongueros
p'a que digan los muchachos
es una buena mujer.
Y mañana cuando seas
descolado mueble viejo
y no tengas esperanzas
en tu pobre corazón;
si precisas una ayuda,
si te hace falta un consejo,
acordate de este amigo
que ha de jugarse el pellejo
p'ayudarte en lo que pueda,
cuando sea la ocasión.
Agustín Lara
Acuérdate de Acapulco de aquellas noches
María bonita, María del alma
acuérdate que en la playa con tus manitas
las estrellitas las enjuagabas.
Tu cuerpo de mar juguete, nave al garete
venían las olas, lo columpiaban
y mientras yo te miraba, te juro con sentimiento
mi pensamiento me traicionaba.
Te dije muchas palabras de esas bonitas
con que se arrullan los corazones
pidiendo que me quisieras, que convirtieras
en realidades mis ilusiones.
La luna que nos miraba ya hacía un ratito
se hizo un poquito desentendida
y cuando la vi escondida
me arrodillé p'a besarte
y así entregarte toda mi vida.
Amores habrás tenido, muchos amores
María bonita, María del alma
pero ninguno tan bueno ni tan honrado
como el que hiciste que en mí brotara.
Lo traigo lleno de flores como una ofrenda
para dejarlo bajo tus plantas
recíbelo emocionada y júrame que no mientes
porque te sientes idolatrada.
Estaba María Chuchena
sentadita en la barranca,
sentadita en la barranca, estaba María Chuchena,
con su vestido en las piernas,
recogiendo flores blancas,
recogiendo flores blancas,
estaba María Chuchena.
María Chuchena se fue a bañar
a orillas del agua, muy juntito al mar,
María Chuchena se estaba bañando,
y el pescador la estaba mirando, y le decía:
María, María.
Mi techo tu casa, mi techo la mía,
Mi techo tu casa, mi techo la mía;
Mi techo la casa de María García.
Dime qué flor te acomoda, para írtela a cortar,
para írtela a cortar, dime qué flor te acomoda,
si Azucena o Amapola, oh maravilla del mar,
para cuando tú estés sola
tengas con quién platicar.
Por allí salió volando una Calandria amarilla,
una Calandria amarilla, por allí salió volando,
y en su piquito llevaba una Rosa de Castilla,
y el viento la deshojaba como la una maravilla.
Carlos Mejía Godoy
Déjenme que me presente:
Yo soy la María del raso Potosme,
Enantes perdí la inocencia
Por las inquirencias del teniente Cosme;
También quiero palabriarles
Que fui medio novia del teniente Guido,
Lo que pasa es que ese jano
Ya hace quince días que fue transferido.
Yo soy la María, María es mi gracia,
Pero a mi me dicen María de los guardias;
Yo soy la María, María,
No ando con razones, razones,
Yo llevo en mi cuenta, por cuenta,
Cinco batallones.
Yo nací allá en el comando
Mi mamá cuidaba al Capitán Guandique,
Porque Tata Chú es muy grande
Ella no me tuvo en el propio tabique;
No es que me las pique
De ser de la Guardia la reina y señora,
Pero mi primera pacha
La chupé chiguina de una cantimplora.
Ajustaba los quince años
Cuando me mataron al primer marido,
Fue durante un tiroteo
Contra un hombre arrecho llamado Sandino.
A mi varón lo encontraron
De viaje tilinte por el Rapador,
Yo lo vide al pobrecito
Todo pasconeado como un colador.
Tanto me quiso un tal Mingo
Que en mi propia casa me puso un estanco,
Para chequarse de fijo
Por aquellos días que él salía franco.
Mingo lo tengo patente
Nunca me decía mi nombre de pila;
Como eél era medio poeta
Sólo me llamaba Flor de Bartolina.
Dios te ha dado la gracia del cielo,
María Dolores
Y, en tus ojos, en vez de mirada,
hay rayos de sol
Déjame que te cante, morena de mis amores
Un bolero que ensalce tu garbo
Que es tan español.
Olé, olé
Te mueves mejor que las olas
Y llevas la gracia del cielo
La noche en tu pelo
Mujer española.
Olé, olé
Tus ojos son tan pintureros
Que cuando los miro de cerca
Prendido en su embrujo
Soy tu prisionero.
(Estribillo):
Olé, olé
Envidia te tienen las flores
Pues llevas esencia en tu entraña
Del aire de España, María Dolores
Olé, olé y olé
Por linda y graciosa te quiero
Y en vez de decirte un piropo,
María Dolores,
Te canto un bolero
Estribillo
Olé, olé, olé.
La playa estaba desierta el mar bañaba tu piel
cantando con mi guitarra para ti, María Isabel.
Coge tu sombrero y póntelo,
vamos a la playa, calienta el sol.
Chiribiribi, porompompom (4)
En al arena escribí tu nombre
y luego yo lo borré para que nadie pisara
tu nombre, María Isabel
La luna fue caminando sobre las olas del mar
tenía celos de tus ojos y tu forma de mirar.
Chiri.....
MATICA DE CAÑA DULCE (Bambuco)
José A. Morales
Matica de caña dulce
nacida en camino real.
Si en el sepelio me ayuda
yo no te dejo cortar.
Es p'a decirle a mi china
si p'uaquí vuelve a pasar
que yo por su amor toy loco
y no la puedo olvidar (bis)
Decile que toy muy triste
porque no la he guelto a ver
que si es que ya no me quiere
o es que tiene otro querer.
Matica de caña dulce
ayúdame a conseguir
que mi china no me olvide
porque me voy a morir.
Agustín Lara
Me preguntas si te quiero
no sabría qué contestar,
solo sé que nada espero
que me muero de tanto soñar.
Te quiero, como a nadie quiero,
como nunca pude soñar en querer.
Te adoro si adorar se llama
el ser todo entero para una mujer.
Tus ojos se duermen en mi alma.
Tus manos perfuman mi ser.
Te quiero como a nadie quiero
como nunca pude soñar en querer.
Carlos Gardel
Mi Buenos Aires querido,
cuando yo te vuelva a ver,
no habrá más penas ni olvido.
El farolito de la calle en que nací
fue el centinela de mis promesas de amor,
bajo su inquieta lucecita yo la vi
a mi pebeta luminosa como un sol.
Hoy que la suerte quiere que te vuelva a ver,
ciudad porteña de mi único querer,
oigo la queja de un bandoneón,
dentro del pecho pide rienda el corazón.
Mi Buenos Aires, tierra florida
donde mi vida terminare.
Bajo tu amparo no hay desengaños,
vuelan los años, se olvida el dolor.
En caravana los recuerdos pasan
como una estela dulce de emoción,
quiero que sepas que al evocarte
se van las penas del corazón.
Las ventanitas de mis calles de arrabal,
donde sonríe una muchachita en flor;
quiero de nuevo yo volver a contemplar
aquellos ojos que acarician al mirar.
En la cortada más maleva una canción,
dice su ruego de coraje y de pasión;
una promesa y un suspirar
borro una lagrima de pena aquel cantar.
Mi Buenos Aires querido...
cuando yo te vuelva a ver...
no habrá mas penas ni olvido...
Emilio Murillo
Ven a mi pobre cabaña
que suspira y te extraña
cuando no estás aquí.
Ven que te espera la hamaca,
y las flores de albahaca
no perfuman sin ti.
Ven pues, mi amor, que triste estoy,
sin ti no hay sol, sin sol no hay luz.
Sin luz no hay fe, sin fe no hay Dios.
Ven, pues, mi amor cuan triste estoy.
El trapiche se queja,
la manada se aleja
cuando se oculta el sol.
Si pasas por mi cabaña
donde llora la caña
con suspiros de amor,
abrirán todas las flores
y darán sus olores
los naranjos en flor.
Ven pues, mi amor
Rafael Godoy
Como un copo de azahares
que va cubriendo la rama,
está el cafetal en flor adornando la montaña.
Están de fiesta en las flores abejas y mariposas
y se ve salir el humo entre copas de yarumo
de una casita en la loma.
Cafetal de mis cantares aquí te vengo a cantar
cantares de cafetal para olvidar mis pesares.
Semillita prodigiosa semilla de la esperanza
que le das vida a mi vida
y le das vida a mi patria.
José A. Morales
Cuánto diera yo si pudiera olvidarme de ti,
si pudiera arrancarte mujer de mi corazón.
Desgraciadamente, más he de quererte,
más he de adorarte,
más he de adorarte con loca pasión.
Amarte a ti fue ya mi cruel destino.
Llevarte por mi triste camino
como una maldición.
Seguirte más, seguir tras de tus ojos,
tras de tus labios rojos que son mi perdición.
Piero
Es un buen tipo, mi viejo,
que anda solo y esperando
tiene la tristeza larga
de tanto vivir andando.
Yo lo miro desde lejos
pero somos tan distintos.
Es que creció con el siglo,
con tranvía y vino tinto.
Viejo mi querido viejo,
ahora ya camina lerdo
como perdonando al viento.
Yo soy tu sangre, mi viejo, sí
Soy tu silencio y tu tiempo.
El tiene los ojos buenos
y una figura pesada,
la edad se le vino encima
sin carnaval ni comparsa.
Yo tengo los años nuevos
y el hombre los años viejos.
El dolor lo lleva dentro
y tiene historias sin tiempo.
Viejo, mi querido viejo...
Eladia Blazquez.
Nací en un barrio donde el lujo fue un albur
por eso tengo el corazón mirando al sur.
Mi viejo fue una abeja en la colmena,
las manos limpias, el alma buena.
En esa infancia la templanza me forjó.
Después la vida mil caminos me tendió
y supe del magnate y del tahúr
por eso tengo el corazón mirando al sur.
Mi barrio fue una planta de Jazmín,
la sombra de mi vieja en el jardín,
la dulce fiesta de las cosas mas sencillas
y la paz en la granilla de cara al sol.
Mi barrio fue mi gente que ya no esta,
las cosas que ya nunca volverán.
Si desde el día en que me fui con la emoción y con la cruz
Yo se que tengo el corazón mirando al sur.
La geografía de mi barrio llevo en mi.
Será por eso que del todo no me fui.
La esquina, el almacén, el piberío,
los reconozco, son algo mío.
Ahora se que la distancia no es real
y me descubro en ese punto cardinal,
volviendo a la niñez desde la luz
teniendo siempre el corazón mirando al sur.
Julio Flores
Oye, bajo las ruinas de mis pasiones
Y en el fondo de esta alma que ya no alegra,
entre polvo de ensueños y de ilusiones,
brotan entumecidas mis flores negras.
Ellas son el recuerdo de aquellas horas
en que presa en mis brazos te adormecías,
mientras yo suspiraba por las auroras,
de esos ojos, auroras que no eran mías.
Ellas son mis dolores, capullos hechos
los intensos dolores, que en mis entrañas
sepultan sus raíces cual los helechos
en las húmedas grietas de las montañas.
Guarda, pues, este triste y débil manojo
que te ofrezco de aquellas flores sombrías.
Guárdalo y nada temas que son despojos
del jardín de mis hondas melancolías.
Demetrio Ortiz
Sufro al pensar que el destino logró separarnos,
guardo tan bellos recuerdos que no olvidaré;
sueños que juntos forjaron tu alma y la mía.
En las horas de dicha infinita
que añoro en mi canto y no han de volver.
Mi corazón en tinieblas te busca con ansia,
rezo tu nombre pidiendo que vuelvas a mí,
porque sin ti ya ni el sol ilumina mis días,
y al llegar la aurora,
me encuentra llorando mis noches sin ti.
Hoy que en mi vida tan solo quedó tu recuerdo,
siento en mis labios tus besos que saben a miel;
tu cabellera sedosa acaricia mis sueños
y me estrechan tus brazos
amantes al arrullo suave del amor de ayer.
Cuando la tarde languidece renace la sombra
y en la quietud los cafetales vuelven a sentir
esta tristonga canción de amor
de la vieja molienda
que en el letargo de la noche parece gemir.
Una pena de amor, una tristeza
lleva el zambo Manuel en su amargura,
pasa incansable la noche moliendo café.
Estoy moliendo mi café, café toda la tarde,
estoy pensando que tu estás,
mi amor, lejos de aquí
y voy mezclando mi café, café con tu recuerdo,
y estoy deseando que el café,
café te traiga a mí.
Estoy mirando mi café, café que gira y gira,
estoy deseando que tú estés,
mi amor, cerca de mi,
Sigo moliendo siempre así, así y al recordarte,
yo, estoy mirando mi café,
café y te miro a ti.
Y moliendo café paso los días
y cada día igual y tu no vuelves,
y moliendo mi café, café yo pienso en ti.
Una rosa pintada de azul es un motivo,
Una simple estrellita de mar es un motivo.
Escribir un poema es fácil si existe un motivo,
Y hasta puedes
crear mundos nuevos en la fantasía.
Unos ojos bañados de luz son un motivo,
Unos labios queriendo besar son un motivo.
Y me quedo mirándote a tí,
y encontrándote tantos motivos;
yo concluyo que mi motivo mayor eres tú.
Escribir un poema es fácil si existe un motivo,
Y hasta puedes crear
mundos nuevos en la fantasía.
Unos ojos bañados de luz son un motivo,
Unos labios queriendo besar son un motivo.
Y me quedo mirándote a ti,
y encontrándote tantos motivos;
yo concluyo que mi motivo mayor eres tú.
Y me quedo mirándote a ti,
y encontrándote tantos motivos;
yo concluyo que mi motivo mayor eres tú.
MUCHACHA DE MIS AMORES (Bambuco)
Jaime Echevarría
Muchacha de mis amores,
reina de mi corazón.
La que siempre en mis canciones
ha sido la inspiración (bis)
Tu le robaste a las flores
todo su encanto y color,
y a mi me has robado el alma
y no tienes compasión (bis)
Muchacha de mis amores
la que me robó la calma,
la que yo llevo en el alma
adornando mis canciones.
Oye como van diciendo
las cuerdas de mi guitarra:
Muchacha de mis amores,
muchachita de mi alma.
Te quiero, dijiste, tomando mis manos
entre tus manitas de suave marfil
y sentí en mi pecho un fuerte latido
que como un crujido y luego el chasquido
de un beso febril.
Muñequita linda de cabellos de oro
de dientes de perla labios de rubí
Dime si me quieres como yo te adoro
si de mí te acuerdas como yo de ti.
A veces escucho un eco divino
que envuelto en la brisa parece decir...
Sí te quiero mucho, mucho, mucho, mucho
tanto como entonces, siempre hasta morir.